El Movimiento Siii88 nació como una respuesta a una necesidad urgente: devolverle dignidad, participación y esperanza a la política local. Surgimos desde el corazón de nuestras comunidades, no como un proyecto personalista ni improvisado, sino como una propuesta colectiva que busca transformar realidades desde la base.
Nuestra razón de ser está anclada en tres principios: igualdad, impulso e integración. Creemos en una sociedad donde nadie quede atrás, donde hombres, mujeres, jóvenes, adultos mayores, campesinos y trabajadores tengan las mismas oportunidades de desarrollo. Luchamos por una verdadera igualdad, no solo como discurso, sino como política pública inclusiva y equitativa.
Promovemos el impulso a los talentos locales, a los pequeños emprendedores, a los liderazgos que emergen en los barrios y parroquias. Sabemos que el desarrollo no se impone desde arriba, sino que se construye apoyando a quienes día a día levantan a sus comunidades con esfuerzo y compromiso.
Y defendemos la integración como un camino hacia la unidad y el respeto a la diversidad. Nuestro movimiento busca tender puentes, no muros. Queremos un país donde lo rural y lo urbano se escuchen, donde las parroquias y los cantones dialoguen, donde las diferencias no dividan, sino enriquezcan.
Nacimos porque estamos convencidos de que otra forma de hacer política es posible. Una política más cercana, más humana, más nuestra. Por eso caminamos junto al pueblo, escuchando, proponiendo, construyendo. Porque cuando el pueblo se organiza, los cambios se vuelven realidad. Y eso es Siii88.




